Juntas y costuras
Las juntas para soldar no deben tener huecos y deben hacerse con cuidado.
Si se crea una rebaba durante el limado, ésta puede utilizarse como material adicional para la soldadura.
Metal
El metal debe ser tan fino que se pueda penetrar al menos 2/3 de su espesor con una soldadura por puntos, de modo que no quede ninguna cavidad en el lado opuesto después de soldar.
Utilizar varilla de soldar
Si la junta no se prepara de forma óptima, puede producirse una hendidura durante la soldadura, que habrá que rellenar con alambre de relleno.
Si la pieza es demasiado gruesa, hay que crear una junta en V.
A continuación, se rellena capa por capa con una varilla de soldadura de la misma aleación.
La varilla de soldadura no debe tener un grosor superior a 0,4 mm.
Empieza a soldar
Mantén siempre la pieza de mano en ángulo recto con la pieza de trabajo para conseguir la mejor profundidad de penetración y estabilidad.
Coloca siempre el electrodo en el borde del punto de soldadura anterior, de modo que los puntos se solapen.
Asegúrate de que se requiere menos potencia de soldadura en las zonas de los bordes que en las superficies.
Para evitar que se fundan los bordes, sujeta un trozo de metal de la misma aleación junto a la costura para que absorba el exceso de energía.
Tiempo de impulso
Siempre puedes soldar cordones con distintos niveles de potencia.
Cuanto mayor sea la potencia, mayores serán los puntos de soldadura.
Esto es más rápido, pero causa más trabajo al recortar.
Para uniones que sólo puedes soldar por un lado o con material más grueso, puedes soldar con un pulso ligeramente más largo para mejorar la profundidad de penetración.
Para ello, sin embargo, primero hay que sellar completamente las piezas con el tiempo de pulso normal